La madre de todas las batallas: Honduras en perspectiva

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Honduras se encamina a un proceso electoral el próximo 30 de noviembre, con un pronóstico difícil, pues las contradicciones de la derecha fascista internacional se trasladan a los políticos que participarán por ellos en la competencia venidera. Foto: EFE


Por: Ricardo Salgado

27 de julio de 2025 Hora: 16:23

Para la derecha occidental, la pérdida del control de una nación que consideran un comodín siempre bajo su control, implica un terremoto político y geoestratégico de mayor nivel. En el caso de Honduras, todas las piezas se han dispuesto en una operación dirigida desde Miami, Washington y Madrid, no solo para sacar del poder lo que ellos consideran un peligroso grupo de izquierda, sino para librar una guerra existencial contra el pueblo hondureño, al cual deben “formatearle” el alma para que nunca más se le vuelva a ocurrir, buscar la vía burguesa para quitarle a la oligarquía local, lo que por derecho divino le corresponde.

El Gobierno actual, a pesar de los miles de obstáculos que ha encontrado en su camino, la falta de equilibrio en poderes del Estado como el Congreso Nacional —unicameral de 128 diputados, donde está en minoría pero lo dirige— o la Corte Suprema de Justicia, de 15 magistrados con 9 de ellos abiertamente alineados con la derecha, y los otros cinco de corte liberal conservador, acostumbrados al manejo tradicional de la justicia burguesa, ha logrado concretar logros que podemos calificar de formidables, pues se dan en lo que podemos entender como un campo minado, en el medio de una guerra en la que el fuego fascista acecha día y noche.

La correlación de fuerzas en términos de control del Estado es claramente desventajosa. Existen cientos, sino miles de jueces al servicio de las élites fascistas que siguen ordenando desalojos violentos y la expulsión de campesinos y pueblos originarios de sus territorios, órdenes que se ejecutan sin el conocimiento de las autoridades centrales que, muchas veces, se dan cuenta por los medios de comunicación que están en el lugar de los hechos con antelación para montar grotescos reality shows al más puro estilo del hegemón.

Por otra parte, ahora se cuenta con un fiscal con ánimos de hacer su trabajo, pero el Ministerio Público en su totalidad, sigue operado por personeros de la derecha que ralentizan o anulan las iniciativas del señor fiscal general.

A base de presión mediática, la Fiscalía general se ve forzada a darle realce a los casos contra miembros del actual Gobierno, después de que estos pasan por una especie de linchamiento público, sin derecho a expresar sus posturas ni defenderse. El conjunto de la canalla mediática, más dos ONG creadas y controladas por la ahora desarticulada USAID, han creado una especie de Tribunal Televisado que condena a quien ellos quieren, y se ha destruido la idea de justicia como tal. La audiencia, y los usuarios de redes sociales, pasan sedientos de “sangre”; de espectáculo. De esa manera ha quedado paralizada la ejecución de investigación y juzgamiento de casos por estafas y saqueos millonarios cometidos por los gobiernos posteriores al Golpe de Estado de junio de 2009.

Para dar una idea, en junio de 2009, justo antes del Golpe, la deuda pública hondureña ascendía a tres mil millones de dólares. Cuando el Partido Libertad y Refundación, llegó a la administración del Gobierno en enero de 2022, esa deuda era de unos veinte mil millones de dólares. La Caja de la Tesorería estaba vacía, y los bancos privados controlaban vía fideicomiso todos los fondos de la nación. Dicho de una manera más sencilla, estábamos a un paso de ser Honduras Sociedad Anónima.

En general, queda claro que el Gobierno de Xiomara Castro no tiene el control de la estructura burguesa de poder, y que su desempeño a lo largo de su periodo, se ha dado en medio de una constante lucha por avanzar. Un Stalingrado tropical, donde cada pequeño paso es una gran victoria, y los sacrificados caen por miles, mientras los villanos ensoberbecidos creen en su superioridad racial y de clase, y eso alienta su virulento actuar.

En este contexto, nos encaminamos a un proceso electoral el próximo 30 de noviembre, con un pronóstico difícil, pues las contradicciones de la derecha fascista internacional se trasladan a los políticos que participarán por ellos en la competencia venidera. Por los vientos que soplan, la derecha esa de Miami y Madrid han decidido pujar por Salvador Nasralla, un septuagenario narrador deportivo, graduado en el Chile de Pinochet, sin definición ideológica clara, pero un oportunismo pasmoso, que lo ha llevado a permanecer en la escena política por casi quince años, durante los que ha participado siempre en partidos políticos distintos.

Sin embargo, este oscuro personaje ha sido “inoculado” en el Partido Liberal de Honduras, y no termina de cuajar como líder, por su afán de controlarlo todo, lo que necesariamente implica destruir viejos caudillos, y personajes, que consideran su militancia política como un linaje. La CIA, a través de su brazo mayamero trata de venderlo como un outsider, por lo que él no oculta su relación de subordinación con personajes funestos, especialmente con María Elvira Salazar, a quien le consulta cada paso que da.

Sin embargo, la apuesta fascista por reconstruir el vejestorio que se auto inmoló el día que decidió perpetrar un Golpe de Estado contra su propio presidente, José Manuel Zelaya Rosales, tiene sus dificultades. Ni Nasralla ni su candidato a alcalde por San Pedro Sula tienen experiencia formando estructuras partidarias, por lo que dependen de la corrupta red de trabajo existente. Durante las elecciones primarias de marzo de 2025, Nasralla obtuvo poco más de 380 mil sufragios, de los cuales más de 160 mil procedían del Departamento de Cortés. A nivel nacional, él no pasa de ser un desconocido, con un programa de sorteos los domingos en un canal de televisión.

El partido de derecha más experimentado es el Partido Nacional, el que aprovechó el golpe de Estado para gobernar y destrozar el país durante doce años. Su imagen de organismo criminal, lo hace una opción impresentable para las elecciones, pero está por verse si las bases leales a ese partido siguen a ciegas la dirección de sus líderes de apoyar al esquizofrénico Nasralla.

Esta será la madre de todas las batallas, porque así lo ha anunciado el Foro de Madrid, que ha prometido ganar todos los procesos electorales que viene en América Latina; también lo es porque implica un brusco retorno al trágico pasado para los hondureños. Y, por supuesto, un cambio geopolítico importante para toda la región.

Autor: Ricardo Salgado

Fuente: teleSUR

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