Por qué EE.UU. redujo restricciones a Chevron para operar en Venezuela
La decisión de EE.UU. de ampliar el marco de operaciones de Chevron en suelo venezolano y las razones geopolíticas que la preceden.

Chevron es una de las principales compañías petroleras privadas de Venezuela y trabaja en colaboración con filiales de Petróleos de Venezuela (PDVSA), la empresa petrolera nacional de Venezuela, en cinco proyectos de producción terrestres y marítimos en el occidente y oriente de Venezuela. Foto: EFE
25 de julio de 2025 Hora: 14:24
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, confirmó este jueves que la empresa Chevron fue notificada de la concesión de licencias para seguir sus operaciones en Venezuela, poniendo fin a meses de incertidumbre sobre su futuro en el país.
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La noticia, inicialmente reportada por el medio estadounidense The Wall Street Journal, fue confirmada por el propio mandatario en una entrevista exclusiva con teleSUR, donde indicó que ya se encuentran establecidas mesas de trabajo para la reincorporación formal de la empresa bajo los principios de legalidad.
Durante la entrevista, Maduro precisó que la vicepresidenta Ejecutiva, Delcy Rodríguez, fue informada al respecto y ratificó a la empresa la bienvenida para trabajar en Venezuela. “Así como lo hemos dicho siempre a todas las empresas internacionales, son bienvenidos a trabajar en Venezuela. En estos meses, que duraron los chantajes, Venezuela creció 12 por ciento en la actividad petrolera sin la necesidad de licencias”, destacó el mandatario.
Según informó el medio Misión Verdad, citando a medios como Reuters, el Miami Herald y The New York Times, la medida se no estuvo aislada de los diálogos para el canje de 252 venezolanos secuestrados, del cual fueron liberados diez ciudadanos estadounidenses concretada el pasado 18 de julio; lo que sugiere que la licencia forma parte de un paquete de negociaciones más amplio entre ambos países.
Aunque los términos específicos de la licencia aún no han sido divulgados oficialmente por el Departamento del Tesoro estadounidense, medios locales indican en base a fuentes de Gobierno, que esta medida forma parte de una ampliación de la capacidad operativa de la petrolera en el país.
Negociaciones Washington-Caracas
El proceso que condujo a esta nueva licencia se enmarca en una serie de conversaciones entre el gobierno de Estados Unidos y el de Venezuela. Según el informe de Misión Verdad, estas negociaciones involucraron al entonces presidente Donald Trump y al secretario de Estado Marco Rubio, aunque también contaron con la participación del enviado especial Richard Grenell, quien lideró diálogos iniciales con el gobierno venezolano.
Misión Verdad detalla que, mientras Rubio impulsaba un canje de presos como estrategia política, Grenell trabajaba en paralelo en un acuerdo distinto, enfocado en permitir la continuidad de las operaciones de Chevron. Esta dualidad reveló tensiones internas en el equipo de Trump, con dos enfoques diferentes.
El presidente Maduro confirmó esta arquitectura negociadora al afirmar en su programa Con Maduro+ que “no hubo un día que Jorge Rodríguez no hablara con el embajador McNamara, con el enviado especial Rick Grenell y pare usted de contar, hasta que se fue logrando como lo hemos logrado por partes”.
El análisis de Misión Verdad también destaca que la insistencia de la multinacional en permanecer en Venezuela obedece a razones estratégicas claras. El presidente y CEO de la multinacional, Mike Wirth, explicó anteriormente que Venezuela ofrece condiciones logísticas, técnicas y económicas irremplazables, especialmente para las refinerías del Golfo de EE.UU. diseñadas para procesar crudo pesado.
Según Wirth, las sanciones impuestas por Trump impidieron la entrada de petróleo venezolano a Estados Unidos, pero la administración Biden permitió su regreso para suplir la demanda de estas refinerías.
Esta realidad estratégica convirtió a la petrolera en un actor clave dentro de las negociaciones, reafirmando su apuesta por preservar su espacio en el mercado venezolano. La petrolera nunca dejó de operar completamente en el país, manteniendo actividades reducidas incluso durante los períodos de mayor tensión regulatoria.
Perspectivas y posicionamiento estratégico
Miguel Jaimes, especialista en geopolítica del petróleo entrevistado por teleSUR, afirmó que la decisión de Estados Unidos responde a intereses estratégicos, considerando que el país se enfrenta a una disminución en su propia producción petrolera. “Es una decisión muy importante para el país, estratégica”, aseguró Jaimes, quien sostuvo que “Estados Unidos necesita de nuestros crudos y nosotros necesitamos extraer petróleo”.
Jaimes consideró que esta medida podría abrir la puerta a la flexibilización de otras sanciones y señaló que “la Casa Blanca tiene muy claro, o debería de tenerlo muy claro, sus asesores se lo deben estar advirtiendo, de todo el avance que tiene Venezuela en conversar con el mundo”. Para el analista, la reaparición de Chevron en Venezuela obedece a una reconfiguración en la estrategia diplomática de Estados Unidos, donde figuras como Rubio y Grenell han jugado roles diferenciados en las negociaciones.
El informe de Misión Verdad también apunta a que la licencia otorgada a la empresa podría tener implicaciones para otras empresas europeas con operaciones en el país, como Eni, Repsol y Reliance, que podrían explorar acuerdos similares. La medida ocurre en un contexto de negociaciones entre funcionarios estadounidenses y venezolanos, incluyendo al presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez. Incluso, según The Wall Street Journal, ambos países evalúan reabrir embajadas, aunque no se han anunciado avances oficiales.
Finalmente, la confirmación oficial del permiso por parte del presidente Maduro pone en evidencia que las conversaciones entre ambos países han alcanzado un nuevo nivel de pragmatismo. “No somos ninguna amenaza para ninguna nación, ni menos para Washington. Y ellos lo saben allá en la Casa Blanca”, concluyó Jaimes, destacando que Venezuela ha logrado mantener una producción estable y está en condiciones de alcanzar dos millones de barriles diarios en el futuro cercano.

Condicionamientos e intereses
La decisión de reimpulsar el desarrollo de Chevron en Venezuela por parte de Estados Unidos se enmarca en un contexto de un aumentó acelerado de la demanda mundial de energía, impulsada principalmente por países en desarrollo.
Las proyecciones de la OPEP en su World Oil Outlook 2025 indican que la demanda global de energía primaria crecerá desde 308 millones de barriles equivalentes de petróleo diarios (mboe/d) en 2024 hasta 378 mboe/d en 2050. Esto implicaría un aumento de 23% en el periodo estimado, en razón de 0,8% interanual en promedio.
Estas proyecciones, según la OPEP, superarán el aumento en el uso de energías renovables y nuclear previsto, por lo que el petróleo seguirá siendo la fuente dominante, con una participación de aproximadamente 30% en el mix energético para 2050.
Pero para Estados Unidos la energía también implica un desafío en lo inmediato. Más si se tiene en cuenta que en el último periodo el país norteamericano experimenta un crecimiento récord en su consumo interno de energía.

La Administración de Información de Energía (EIA) proyecta que la demanda eléctrica estadounidense alcanzará 4.189 billones de kWh en 2025 y 4.278 billones en 2026, superando el récord de 2024. Este aumento se debe en parte al creciente uso de electricidad en sectores residenciales y comerciales, así como a la demanda de centros de datos dedicados a inteligencia artificial y criptomonedas,. A pesar de su impulso por las energías limpias, el país necesita asegurar su suministro energético interno en el corto plazo.
En este escenario, el petróleo venezolano adquiere relevancia estratégica para Estados Unidos. El crudo pesado venezolano es compatible con las refinerías del Golfo de EE.UU., diseñadas específicamente para procesar este tipo de petróleo. La licencia otorgada a la petrolera de origen estadounidense permite acceder a esta fuente energética clave, ayudando a estabilizar el mercado interno y apoyar a aliados internacionales que buscan diversificar sus importaciones.
Con este marco de referencia, puede comprenderse que, pese a las anteriores declaraciones confrontativas con Venezuela del presidente Donald Trump, la decisión de habilitar la ampliación de operaciones de Chevrón en territorio bolivariano obedece a necesidades e intereses de Washington para equilibrar sus objetivos energéticos y geopolíticos.
Autor: Nicolás Hernández - teleSUR
Fuente: Agencias-teleSUR-Misión Verdad