Erik Prince en Perú: “Prince apunta a una sistematización neofascista del control social”
Para el analista Martín Guerra, Erik Prince sirve a concepción del neofascismo del «exterminio de la discrepancia».

Erik Prince, con credenciales de violaciones a los derechos humanos en Irak, Somalia y Haití, es el fundador de la empresa militar privada Blackwater (actualmente Academi). Foto: EFE
25 de julio de 2025 Hora: 12:45
El líder del Partido Izquierda Socialista de Perú, Martín Guerra, advirtió en entrevista exclusiva para teleSUR que la reciente visita del exjefe de Blackwater y fundador de Academi, Erik Prince, representa “un paso clave hacia la privatización de la represión” en el país andino, con el respaldo del empresariado minero y el auspicio directo del economista Hernando de Soto.
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“Lo que está haciendo el Estado peruano es tercerizar la represión”, denunció Guerra, al referirse al ingreso de Prince y su oferta de “entrenamiento” a policías, militares y civiles en regiones afectadas por el crimen organizado y la minería informal. El excandidato presidencial De Soto, conocido por sus posturas neoliberales, ha actuado como anfitrión del controvertido contratista, lo que para Guerra representa “una segunda fase de su proyecto de formalización a sangre y fuego”.
Para el dirigente socialista, la presencia de Prince “producirá un paramilitarismo en el Perú”, al servicio de intereses económicos nacionales y transnacionales: “Recapitulando: la Ley facilita la existencia de mafias, el monopolio extractivista está en manos de las oligarquías, la fuga de recursos naturales destruye empleo… ¿qué falta? Pues ejércitos paralelos para reprimir poblaciones descontentas”.
Guerra se refiere específicamente a la Ley 32108, aprobada en 2024 por el Congreso, que según juristas “modifica peligrosamente el concepto de organización criminal” y, en la práctica, abre el camino para que actores privados intervengan en materia de seguridad sin control judicial efectivo.
El político peruano subrayó que la visita de Prince se da en un contexto de creciente represión estatal, con más de 70 muertos en las protestas sociales de 2022 y 2023, así como con el auge de mafias y economías paralelas vinculadas a la minería informal. “En mayo, 13 mineros fueron asesinados en una mina del norte. El 12 de julio, otro muerto durante protestas. En todos estos escenarios, Prince ya ofreció sus servicios”, precisó.
En ese marco, Guerra advierte: “El neofascismo no aspira a soluciones sino al exterminio de la discrepancia. La militarización privada agudizará los conflictos sociales y servirá para adjudicar territorios a intereses foráneos burlando todos los derechos humanos”.
Repercusiones tras la llegada de Prince
Consultado por la reacción ciudadana, Guerra lamentó que “la noticia ha pasado desapercibida en Lima”, donde la narrativa mediática dominante presenta a Prince como “un justiciero extranjero” en medio de una crisis de criminalidad. “Boluarte no tiene aprobación social, pero como es un gobierno de facto, no la necesita”, sentenció.
Guerra también responsabilizó a los gobiernos latinoamericanos que reconocen a Dina Boluarte como legítima presidenta: “Esta dictadura es el reino de la impunidad. No solo asesinaron a decenas de peruanos, sino que la señora Boluarte se subió el sueldo, recibe gollerías y goza del silencio cómplice de países como Chile y Brasil”.
Desde una perspectiva regional, el dirigente peruano alertó que la llegada de Prince encaja en una estrategia del neoconservadurismo continental promovido por Donald Trump, en alianza con figuras como Nayib Bukele, Javier Milei, Daniel Noboa y la propia Boluarte.
“Trump requiere más gobernantes que no alteren la dinámica del capital en la región. Ya no se trata de bombardear países, sino de usar mercenarios para controlar poblaciones, como hicieron las SS en Alemania o los fasci di combattimento en Italia”, dijo Guerra, trazando un paralelo histórico inquietante.
Finalmente, Martín Guerra lanzó una advertencia a las comunidades rurales, indígenas y sectores populares que han sido históricamente marginados: “Serán los principales objetivos del nuevo aparato represivo privatizado. Ya no se trata solo del Estado; ahora también está la empresa mercenaria extranjera apuntando al corazón del Perú profundo”.
Autor: teleSUR - cc - NH
Fuente: teleSUR