Organizaciones sociales y movimientos políticos de Ecuador expresaron el martes su rechazo a la aprobación por parte de la Asamblea Nacional de una reforma al artículo 5 de la Constitución que elimina la prohibición de establecer bases militares extranjeras en el país.

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Por medio de un comunicado, el Movimiento de Unidad Plurinacional Pachakutik, reafirmó su oposición a la instalación de bases militares extranjeras en el territorio ecuatoriano.

En el texto, el partido Pachakutik recalcó que la aprobación para el establecimiento de instalaciones militares extranjeras, vulnera la soberanía nacional y expone al país a intereses foráneos.

También advirtió que en otros países estas fuerzas han fracasado en la lucha contra el narcotráfico y han sido utilizadas para reprimir a movimientos sociales y opositores políticos, así como para proteger territorios cedidos a empresas extranjeras.

Para el movimiento indígena, «esto no solo lesiona la soberanía nacional como país, permite además al gobierno de Daniel Noboa engañar a las y los ecuatorianos con vacías promesas de combate a los grupos narcotraficantes».

Además alertó que en países que presentaron niveles de violencia superiores a los de Ecuador, la presencia de bases extranjeras no marcó diferencias, dejando resultados casi inexistentes.

Pachakutik señaló que a pesar de capturar o eliminar a algunos de los cabecillas de las bandas criminales, los cárteles han seguido creciendo, además indicó que muchos militares extranjeros han pasado a formar parte de estos grupos irregulares y armados.

«No es especular asegurar que, dado el entreguismo de Noboa, termine involucrando al Ecuador en una guerra internacional», enfatiza el Movimiento que al mismo tiempo rechaza el voto a favor de la reforma de asambleístas de Pachakutik.

Con 82 votos a favor, la Asamblea Nacional aprobó la reforma constitucional impulsada por el gobierno de Daniel Noboa bajo el argumento de fortalecer la lucha contra la inseguridad.

El artículo 5 de la Constitución establece que Ecuador es un territorio de paz y prohíbe explícitamente la instalación de bases extranjeras con fines militares.

La reforma aprobada elimina la restricción a la presencia de bases militares foráneas, abriendo la puerta a eventuales acuerdos militares con potencias extranjeras, si así lo decide el Ejecutivo de turno.

Para el asambleísta de Revolución Ciudadana, Roque Ordoñez, reformar este artículo llevaría a desmontar la doctrina de paz que a ningún país con bases militares extranjeras le ha funcionado, pero aún más grave, abriría el territorio a confrontaciones geopolíticas ajenas.

La bancada de la Revolución Ciudadana rechazó la propuesta, argumentando que representa una amenaza a la soberanía nacional y puede comprometer la neutralidad del país frente a conflictos internacionales.

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