Aún se reportan enfrentamientos y violaciones al alto el fuego en esa ciudad. Usuarios denuncian en redes sociales asesinatos y ataques a civiles drusos.

A pesar del anuncio del enviado estadounidense para Siria, las autoridades sirias e israelíes no han ofrecido comentarios sobre el cese de hostilidades.

Como parte del pacto, se estableció una comisión conjunta entre las autoridades sirias y los líderes drusos para supervisar la implementación del acuerdo.

La ayuda estaba siendo distribuida por Project Hope, una organización que colabora con la organización de la ONU.

Los representantes de Hamás han mostrado flexibilidad para avanzar en las negociaciones, por lo que aceptaron liberar a diez prisioneros israelíes retenidos en la Franja de Gaza.

De acuerdo a un funcionario de Hamás, en una primera fase del acuerdo se debe establecer las bases de la tregua, lo cual debe formalizarse por escrito.

Hamás declaró que Gaza no se rendirá y que será la resistencia la que impondrá sus condiciones.

Hamás enfatizó que su pronunciamiento positivo se basa en un «alto sentido de responsabilidad» hacia el pueblo palestino, priorizando el fin de la agresión israelí y la reconstrucción del enclave.

Sami Abu Zuhri, un alto funcionario de Hamás, subrayó que la presión de la Casa Blanca sobre la entidad sionista de Israel sería decisiva para destrabar las negociaciones de un alto al fuego real, ante la falta de voluntad de Tel Aviv de poner fin a su plan de exterminio mediante bombardeos.

De acuerdo con el mensaje del jefe de Estado de EE.UU., el cese del fuego tendría un carácter temporal por un término de 60 días.