EE.UU. despliega arsenal naval mientras Israel agota interceptores: Irán advierte sobre «guerra total»

Estados Unidos mueve tres portaaviones hacia aguas persas en momento crítico donde Tel Aviv enfrenta escasez de munición defensiva tras bombardeos iraníes

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Los analistas israelíes afirman que más de la mitad del arsenal iraní permanece intacto y que una cantidad desconocida podría estar oculta en instalaciones subterráneas. Foto: EFE


19 de junio de 2025 Hora: 11:14

La arquitectura de una guerra a gran escala toma forma en Oriente Medio mientras Israel enfrenta una realidad crítica: sus sistemas de defensa aérea se agotan. En el momento preciso, cuando Tel Aviv experimenta escasez de interceptores tras los bombardeos iraníes, Estados Unidos despliega un arsenal naval hacia aguas persas.

Irán advierte que la participación directa estadounidense constituye «una receta para una guerra total», mientras Washington posiciona tres grupos de portaaviones, decenas de destructores y entre 40.000 y 50.000 efectivos en 19 bases regionales. La sincronización no es casual.

Evaluaciones del Wall Street Journal revelan que Israel enfrenta escasez crítica de interceptores para sus sistemas de defensa aérea. Las reservas actuales oscilarían entre 10-12 días y un mes bajo el consumo generado por los ataques iraníes.

La ecuación es letal. Irán mantiene «una densidad de salva de 40-100 misiles al día» mientras la mayoría de interceptores israelíes se fabrican en el extranjero. Esta dependencia logística crea una ventana de vulnerabilidad que el Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (IRGC) puede explotar.

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Como señala el analista Pepe Escobar, «no es tan difícil para el IRGC paralizar por completo la economía israelí». Las vulnerabilidades son estructurales: una refinería ya bombardeada, tres puertos (uno en bancarrota, otro en llamas) y un aeropuerto en graves dificultades.

El despliegue naval estadounidense responde a la ventana de oportunidad que se abre con el agotamiento defensivo israelí. La presencia de tres portaaviones frente a costas iraníes no constituye apoyo logístico, sino preparación para intervención directa.

El USS Carl Vinson navega en el Mar Arábigo con cuatro buques de guerra. El USS Nimitz se aproxima desde el Indo-Pacífico con llegada prevista para finales de mes. El USS Gerald R. Ford zarpará hacia el teatro europeo en los próximos días. La convergencia permitirá «ataques masivos y repetidos en territorio iraní durante muchas semanas», según Associated Press.

Los números definen la estrategia: 250 aviones de combate, destructores antimisiles, submarinos con Tomahawks y sistemas AWACS. Como observa Escobar, «el escenario en que tres portaaviones permanecen frente a la costa persa ‘por si acaso’ simplemente no existe».

Las evacuaciones diplomáticas precedieron a los movimientos militares. Estados Unidos anunció la «salida voluntaria» de dependientes del personal estadounidense en Bahréin, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos, mientras prepara una evacuación parcial de su embajada en Irak.

La secuencia temporal así lo revela: CBS informó el 12 de junio que la decisión de trasladar personal diplomático formaba parte de los preparativos israelíes para atacar Irán. Un día después se materializó la agresión israelí.

Las imágenes satelitales confirman la evacuación total de aeronaves de la base aérea de Al Udeid en Catar, incluidos aviones estadounidenses, británicos y qataríes. La base, que normalmente alberga casi 100 aeronaves y 10.000 soldados, aparece vacía en las fotografías actuales de reconocimiento.

La fotografía por satélite de la base aérea de Al Udeid en Catar Cortesía: Liveuamap

El repliegue no implica retirada. Estados Unidos evacúa bases de corto alcance ante los posibles misiles balísticos iraníes, trasladándose al centro y sur de Arabia Saudita y Jordania, donde Irán debe utilizar proyectiles de mayor alcance para alcanzarlos.

El martes 17, una docena de F-16 se trasladaron desde Italia hasta la base Príncipe Sultán, en Arabia Saudí, según The Times of Israel. Mientras tanto, aviones de combate estadounidenses patrullan los cielos regionales y las bases operan en alerta máxima.

El secretario de Defensa, Pete Hegseth, justificó los movimientos para «garantizar que nuestra gente está a salvo», pero la envergadura del despliegue sugiere objetivos que trascienden la protección defensiva.

Irán ha demostrado capacidades de respuesta que alteran los cálculos estratégicos enemigos. Los buques USS The Sullivans y USS Arleigh Burke interceptaron misiles balísticos iraníes dirigidos a Israel durante el fin de semana, mientras el USS Thomas Hudner se suma a las operaciones defensivas en el Mediterráneo oriental.

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La estrategia iraní, según Escobar, «está siendo ajustada día tras día de manera calculada y quirúrgica». Las capacidades del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (IRGC) incluyen misiles como el Dezful, con alcance de 1.000 kilómetros, que cubren las nuevas posiciones estadounidenses en Arabia Saudita.

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El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Esmaeil Baqaei, fue categórico en Al Jazeera: «Israel ha estado intentando arrastrar a otros países, incluido Estados Unidos, a su sucia guerra contra los países de la región». La advertencia sobre «una receta para guerra total» adquiere dimensión táctica cuando Washington ejecuta el mayor despliegue naval regional en décadas.

La escalada trasciende el conflicto regional para insertarse en la competencia global entre bloques. Escobar identifica el objetivo central: «cambio de régimen en Teherán» como parte de la estrategia contra los BRICS.

El analista describe un «golpe de trifecta definitivo» que busca «cercenar a China de un asunto de seguridad nacional —las importaciones energéticas— y de los cruciales corredores de conectividad de la Nueva Ruta de la Seda, a la par de abrir un monstruoso absceso en el flanco débil de Rusia».

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Washington maneja ahora «dos guerras proxy: contra Rusia y contra Irán, con los neonazis en Kiev y los genocidas de Tel Aviv en la línea del frente», según esta lectura geopolítica. Como observa Escobar, «toda la configuración indica que Washington está listo para pasar de la zona gris de la presión estratégica a la fase de intervención directa, si solo hay un pretexto».

La advertencia iraní sobre «una receta para una guerra total» adquiere así dimensiones proféticas en un escenario donde la escalada militar parece haber superado los mecanismos de contención diplomática.

La región se encuentra en el umbral de una confrontación que podría redefinir el equilibrio de poder en Oriente Medio y sus ramificaciones globales. Los próximos días determinarán si la disuasión prevalece o si la lógica de la escalada militar consume las últimas oportunidades para una salida negociada.

Autor: teleSUR: Daniel Ruiz Bracamonte

Fuente: Agencias